Refugio Nacional de Vida Silvestre en el Ártico
Conocido como el “Serengueti de los Estados Unidos” por su increíble biodiversidad, la planicie costera del Refugio Nacional de Vida Silvestre en el Ártico, en la pendiente norte de Alaska, es uno de los ecosistemas más intactos y vírgenes de los Estados Unidos. El refugio alberga a más de 200 especies de aves, 42 especies de peces y 45 especies de mamíferos, incluidos más de 120.000 ejemplares de caribú. Muchas de las aves del refugio migran desde y hacia alguno de los cincuenta estados y los seis continentes para alimentarse y reproducirse, aprovechando el estallido del crecimiento biológico que ocurre durante los largos días del verano ártico.
El refugio como objetivo
El refugio fue establecido por el presidente Dwight Eisenhower en 1960. Si bien la mayor parte de Alaska permite la perforación de petróleo y gas, los grupos de presión de esas industrias continúan forzando la perforación en los hábitats inmaculados del refugio.
En los últimos años, distintos intereses especiales han convencido a sus adeptos en el Congreso para forzar una votación que permita la extracción de energía en la planicie costera del refugio en el Ártico, poniendo en riesgo a los seres vivos que dependen del refugio para sobrevivir. Ciertos grupos de conservación, como ԼƵ, se han mantenido firmes y han colaborado para evitar que el Congreso apruebe dicha legislación, que favorece la perforación.
La búsqueda de soluciones energéticas duraderas
La perforación es riesgosa. En los campos petroleros de Alaska, los derrames pequeños y grandes ocurren casi a diario y pueden ocasionar daños duraderos en el medioambiente. Además de la amenaza de un derrame de petróleo, si se autorizan las perforaciones en el Refugio Nacional de Vida Silvestre en el Ártico, la red de caminos, oleoductos, minas de grava y maquinaria pesada —todos elementos necesarios para producir el petróleo— industrializarán el entorno salvaje e intacto del refugio. A pesar de las afirmaciones realizadas por aquellos que se encuentran a favor de las perforaciones, la extracción de energía en el refugio del Ártico tendría un efecto prácticamente nulo en la reducción de los costos energéticos o en el aumento de la seguridad energética, y no habría nuevos suministros de petróleo disponibles por muchos años.
Existen mejores soluciones a los problemas energéticos del país que a su vez pueden proteger el hábitat del Refugio Nacional de Vida Silvestre en el Ártico, además de reducir nuestra dependencia del petróleo. ԼƵ respalda la aplicación de normas que aumenten la eficacia del uso de combustibles, la conservación de energía y el desarrollo responsable de fuentes de energía renovables, como granjas eólicas y solares instaladas en sitios adecuados.
Usted puede ayudar a proteger el Ártico
Pídales a sus diputados y senadores de los EE. UU. que apoyen la Ley Udall-Eisenhower de Vida Silvestre en el Ártico. La Ley Udall-Eisenhower de Vida Silvestre en el Ártico le daría a la planicie costera del Refugio Nacional de Vida Silvestre en el Ártico el estatus de zona silvestre y la protegería de forma permanente al reconocerla por sus extraordinarios valores naturales. Esto beneficiaría a las generaciones presentes y futuras de estadounidenses.
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