El manual celebra la increíble riqueza natural del valle del río Cauca, en Colombia. El documento es fruto de la colaboración entre ԼƵ, la y el Centro de Investigación de la Caña de Azúcar de Colombia-, organizaciones que desde el 2021 documentaron prácticas y recomendaciones para conservar la fauna benéfica para el cultivo, con énfasis en el aporte de las aves a los servicios ecosistémicos.
Así, este manual está diseñado para los productores de caña de azúcar que deseen implementar prácticas que ayuden a proteger a las aves y a la biodiversidad, mostrando con evidencia que la producción puede ir de la mano con la conservación y que podemos trabajar conjuntamente para diseñar una región más sostenible y en equilibrio.
Conservar, la respuesta
El valle del río Cauca es un paraíso para las aves. Inmerso entre dos cordilleras bañadas por una gran red hídrica, allí se encuentra una maravillosa diversidad de hábitats, desde los bosques secos de la zona plana, hasta los bosques premontanos del piedemonte. Rodeadas de agua, con humedales y zonas de inundación del río Cauca, las aves han prosperado en este valle. Y si a esto le sumamos la diversidad cultural con la música salsa y las chirimías, las delicias del champús, el sancocho y la gente de diversos grupos étnicos, este es un valle lleno de matices.
Sin embargo, a pesar de esta rica diversidad, en las últimas cinco décadas la región ha sufrido grandes transformaciones debido al desarrollo de infraestructura, la agroindustria y la expansión urbana, que, aun siendo motor de crecimiento, también han contribuido a disminuir la riqueza natural del territorio.
Sabemos que el futuro de este valle está en nuestras manos, ya que continuar conservando esta diversidad es tarea de todos. , una gran herramienta que nos ayuda con la tarea al proponer estrategias y recomendaciones detalladas para conservar la biodiversidad en este paisaje transformado. El agropaisaje de la caña de azúcar aún ofrece oportunidades para la conservación de las aves y la biodiversidad, pues las áreas naturales que aún se conservan albergan gran cantidad de especies, por lo cual es necesario concentrarse en mantener y mejorar las condiciones existentes.
La buena noticia es que la naturaleza es resiliente y todo lo que hagamos por ella va a tener un efecto positivo. Y aquí, el sector agroindustrial de la caña de azúcar juega un papel vital en el futuro de nuestra región.
Con una gestión adecuada podemos mantener la biodiversidad y los servicios que nos ofrece, creando así un balance entre la producción de alimentos y la conservación de la naturaleza, para asegurar que la región siga siendo un dulce paraíso para las aves.