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El rÃo Colorado está fluyendo de nuevo en su delta. Esta es una gran noticia para un rÃo que no ha fluido a través de su delta en la mayorÃa de los años desde la década de 1960, lo que resulta en un ecosistema que está severamente desecado y devastado.
Gracias a los compromisos de Estados Unidos y México en el acuerdo binacional del rÃo Colorado –Minuto 323 - 35,000 acres-pies de agua (11.4 mil millones de galones) dedicados a crear beneficios ambientales serán entregados al rÃo del 1 de mayo al 11 de octubre. La expectativa es que esto creará y apoyará un hábitat para aves como el cuclillo pico amarillo, rascón costero del pacÃfico y el papamoscas cardenalito, y dará vida a las muchas plantas y animales en este oasis verde en medio del desierto de Sonora.
La última vez que los dos gobiernos cooperaron para poner agua para el medio ambiente en el rÃo Colorado fue en 2014, cuando liberaron un "flujo de pulso" de agua de la presa Morelos (la presa más lejana del rÃo Colorado, ubicada en la frontera entre Estados Unidos y México). Durante ocho semanas gloriosas, el rÃo Colorado volvió a la vida en sus últimas 100 millas. Las aves tomaron nota (la abundancia de aves aumentó un 20% con respecto al año anterior, y la diversidad de especies aumentó un 42%) y las comunidades locales celebraron con una fiesta espontánea del rÃo que se prolongó durante semanas.
Esta vez, el agua fluirá durante más de cinco meses. Gracias a las lecciones aprendidas por los cientÃficos que estudiaron el flujo de pulsos de 2014, el agua será menos propensa a infiltrarse en el suelo, y más probable que llene el canal del rÃo, proporcionando beneficios ambientales hasta el Golfo de California. Los operadores del sistema están utilizando el sistema de canales de México para evitar la presa Morelos y las partes más secas del canal, entregando el agua al rÃo a unas 45 millas rÃo abajo. Allà llenará el rÃo donde el canal ya está mojado, maximizando la eficiencia del uso del agua. El diseño de los cientÃficos optimiza la ubicación y el momento del flujo para apoyar a los cientos de especies de aves que utilizan el delta, y los hábitats de llanuras aluviales en los que dependen.
Ô¼ÅÚÊÓƵ y sus socios de , la coalición de organizaciones no gubernamentales (ONG) que trabaja para restaurar el delta del rÃo Colorado, están entusiasmados de ver este enfoque sofisticado para el suministro de agua ambiental. Los cientÃficos estudiarán el flujo de nuevo este año con el fin de añadir a nuestra comprensión de cómo utilizar mejor el suministro limitado de agua disponible para el medio ambiente.
El acuerdo que hizo posible estos flujos, Minuto 323, dura hasta 2026. El acuerdo también compromete más de $30 millones para infraestructura de conservación del agua en el Valle de Mexicali. El ahorro de agua mejorará la resiliencia local al calentamiento global, aumentará el suministro de agua almacenado en el lago Mead, pondrá agua adicional a disposición de los usuarios de agua en los Estados Unidos y creará un suministro de agua adicional para el medio ambiente (la coalición de ONG también contribuirá desde un fideicomiso de agua local). El Minuto 323 también asegura que Estados Unidos y México conserven el agua del rÃo Colorado y compartan la escasez cuando los suministros son bajos. En el contexto de una sequÃa en el rÃo Colorado que ha persistido desde 2000, y la expectativa de que el cambio climático agrave las condiciones de sequÃa, estas disposiciones crean fiabilidad de suministro de agua tanto para las personas como para la naturaleza.
Esta primavera, el agua para el delta del rÃo Colorado crea un renovado sentido de esperanza. En los próximos meses, tenemos la oportunidad de ver lo que un pequeño volumen de agua puede hacer para revivir el ecosistema remanente, nutrir sus aves y regalar a las comunidades locales el regreso de su rÃo. Podemos estar seguros de que, al menos en partes del delta, el rÃo Colorado vive de nuevo. En un año extraordinariamente seco, la gestión deliberada del agua para sostener el medio ambiente es el tipo de gestión que necesitaremos en toda la cuenca del rÃo Colorado para asegurar que la sequÃa persistente y los impactos a largo plazo del cambio climático no conduzcan al fin de los ecosistemas fluviales en el árido oeste.